Ever Cubillas en el centro con Borja y Juan Carlos iglesias , a la izquierda y una parte del equipo de cocina.
Los hermanos Iglesias (Juan Carlos, Borja y Pedro) son un excelente ejemplo de la actitud positiva que hay que tener en estos momentos económicos tan nefastos. A su genial estrategia de asociarse a los hermanos Adriá, había hasta ahora que sumar la renovación de su línea low cost en La Cañota, que es todo un éxito. Pero entre el Rías de Galicia que tiene su público de siempre, capaz de gastarse 150 € sin vinos y sin despeinarse, y los 30€ del bar de tapas, quedaba como una tercera vía en la que los clientes se podrían gastar 60 o 70 €, accediendo al mismo producto de las Rías en cuanto a calidad, aunque no en tamaño (en el mundo del marisco, el tamaño sí que importa al nivel de coste) y con un plus de cocina ( o de no-cocina, como lo veremos) muy atractivo para una clientela más moderna.
Los que conocéis el primer piso de las Rías de Galicia, os quedaréis muy sorprendidos. El cambio es espectacular. Se sube a ESPAI KRU.
Efectivamente se trata de un espacio abierto luminoso y moderno con una barra para cócteles (que tendrán, como en el 41º, su protagonismo), unas mesas particulares , un “privado” y una mesa corrida de madera (table d’hôtes como se llama en el país vecino), muy en las tendencias actuales. (Lo iremos viendo en algún próximo post). Un espacio informal pero confortable y sobretodo muy acogedor, a pesar de algún momento un poco ruidoso.
En esta carta el pescado y el marisco crudos tienen un gran protagonismo (“Antes del fuego”) pero los platos calientes tienen también su sitio (“Descubriendo el fuego”).
Todos estos cambios que ya apuntaban desde hace unos tres años en la carta de las Rías, no hubieran sido posible sin la presencia del nuevo chef de la casa, Ever Cubillas, que llegué a llamar hace algún tiempo “cocinero en la sombra”.
Con este nuevo Espai Kru y su cocina-vista, Ever adquiere el protagonismo y la visibilidad que se merece, ya que los dos tercios de los platos de la carta los confeccionan, él y su equipo, ante los clientes. Los platos calientes siguen proviniendo de la cocina de abajo.
¿Reminiscencias niponas tanto en el ambiente como en los sashimis? Sin duda pero también, como no podía ser de otra manera, de marisquería gallega “aggiornata”, donde lo peruano, alguna fritura a la andaluza, un suquet y algún platito mejicano cohabitan amigablemente. Hasta degustamos un carpaccio de solomillo gallego curado con mimolette y reducción de vino para quitarse el sombrero.
Ever acaricia el magnífico producto con elegancia pero trasmitiéndole Sabor : acidez, picantes, aromáticos. Lejos de achantarse ante estos aliños potentes, el producto se crece y adquiere una fuerza gustativa inusitada. Una cocina/no-cocina capaz de reconciliar los defensores a ultranza de la materia prima desnuda como los amantes de la sublimación culinaria del producto.
Ostra con salsa ponzu y ostra con ceviche peruano (4,5 € la pieza). Grandiosas. Dos aliños excepcionalmente elaborados. El cebiche con la cebolla roja perfectamente integrada, hasta teñir la leche de tigre. Brutal
Escupiñas de las Rías Baixas con Ramallo de mar (codium). Mar con una dosis suplementaria de mar (no me hicieron falta los auriculares con el iPod del ruido de las olas, ni imágenes del Mar Cantábrico proyectadas en las paredes…)
Almejas de carril con una hojita de menta (¡evidentemente NO decorativa!) con sorbete de apio y lima. ¡ Gracias a la mano del cocinero, la “pequeña” almeja se ha tornado inconmensurable! (14 €)
La navaja de las Islas Cíes, protesta y quiere ser ella “la más guapa”. Y lo consigue con su vinagreta de mostaza y jengibre rosa. Otro bocado para caerse de la silla.(14 €)
Faltaba la vieira, que llegó desplegando su concha tal un pavo real. Salsa de yema (grasa) y un toque como de caramelo, entre dulce y sutilmente amargo. Sorprendente y riquísimo.(12 €)
Langostinos de Sant Carles en aguachiles. Méjico se asoma.(14 €)
Jurel con boletus. (9 €)
Sashimi de toro, lubina salvaje y humachi. Cada pescado con un toque de ralladura cítrica diferente, apenas pintado por soja y acompañado de un poco de wasabi y de jengibre demasiado endulzado.
La ventresca de una calidad comparable a la del Campero.
Esqueixada: semillas y agua de tomate, tacos de bacalao y oliva negra.(9 €) (No estoy seguro de que la escarola le vaya bien).
Brutales las gambas al ajillo que ya había degustado el año pasado en Rías (no hice post). Ajo crujiente, láminas finas de ají verde, jugo de las cabeza, un poco de aceite. Anacaradas, perfectas.
Carpaccio de toro con ralladura de nabo, manzana verde y jengibre . Uno de los mejores platos de la cena ¡y fueron muchos!.
Carpaccio de solomillo con mimolette y vinagreta de vino tinto. Uno de mis mejores carpaccio.(16 €)
Pequeño rodaballo SALVAJE frito. Hasta la espina frita se podía comer. De hecho, la comimos. Tal vez un poco secos los trozos del pescado.(18 €) Salsa de miso y polvo de has el hanout.
Papillotte de huevo ecológico con setas de temporada. La seta mantenía una textura entera. Elegante sabor con el huevo untándolo todo como una salsa.(14 €)
Costillas de cochinillo IGP asadas. Piel perfectamente crujiente y carne melosa, con una buena presencia de grasa. Cochinillo tal cual, sin más. Sin salsa reducida de PX caramelizada, sin manzana, ni piña, ni membrillo ni puñetas…
Sorbete de limón de Gandía de Sandro Desii. Muy bueno. Evidentemente digestivo, pero la cena fue de una ligereza extraordinaria.
La carta de postre sigue siendo la de Rías. Se está pensando en algo específico para Kru.
Ha sido un menú que Juan Carlos Iglesias nos diseñó para dos personas. No sé si las raciones estaban completas en todos los casos. Imagino que no, ya que el menú ha sido muy largo.
Hay muchos más platos en la carta que merecen también que se haga una visita a este nuevo espacio. El fantástico canelón de txangurro (12 €) que hay que probar al menos una vez. La excelente croqueta de gamba y centolla (2 €), la anguila del Delta soasada a baja temperatura (9 €) o el arroz meloso de setas de temporada y gorgonzola (18€)(que aun no he probado).
Uno de los cóctel de la noche: bitter con un toque de tequila.
Cierra Domingo noche y lunes 8pero el Rías está abierto cada día
By Rías de Galicia
c/ Lleida nº 7
93 424 81 52
http://www.teinteresa.es/ocio/Dani-Garcia-restaurante-Nueva-York_0_778722827.html
SUERTE DANI !
Philippe, al hilo del BAR À VINS de la Fábrica Moritz que reseñabas hace unos posts, te pego mi comentario en otro blog porque vaya, parece que fuésemos a sitios distintos:
<>
Perdón, ha habido un problema técnico. Ahora sí:
«Mala experiencia esta noche en el nuevo BAR À VINS de la Fábrica Moritz. Mala experiencia culinaria, a lo que se ha añadido una compañía poco deseable, entre otras cosas porque por motivos religiosos no puede comer cerdo – mal asunto en un sitio que pone un importante énfasis en las chacinas.
Como primer mal detalle, carta exclusivamente en catalán. Cosa contra lo que no levanto protesto cuando voy solo o en compañía de españoles, pero que me parece feísimo con extranjeros. (Pequeño apunte, no quiero hacer un mundo de esto).
Intrascendentes por no decir vulgares los petit fours salados (tarifados a 1.50). A 9 euros la ración (muy escasa) de torta del casar. A partir de ahí, tres cocottes en cazuelita de hierro fundido: suquet (15€, ración testimonial – dos lomitos de rape), boeuf bourguignon (15€, rico, varios trozos de puro cartílago), hachis parmentier (10€, lo mejor, pero es eso, comida de cena de estudiante Erasmus).
La gran atracción de la casa es un sofisticado sistema de gas inerte que permite disfrutar de vinos por copas de la talla de un L’Ermita o un Cheval Blanc (puede pedirse desde un mínimo de 1 centilitro).
Bebí (mi acompañante no podía por imperativo religioso) lo siguiente (copas de 1 decilitro): Tondonia blanco 1996 (demasiado joven. He bebido recientemente botellas del 92 y 93 y me han gustado mucho más), Confuron Nuit-Saint Gorges 08 ( tras la “mineralidad” de algunos borgoñas tintos se esconde poco más que desagradables notas vegetales a hollejos – my 2 cents, yo de vinos no sé nada) y un 4 kilos (bien).
Todo lo anterior (3 petit fours salados, las tres cazuelitas, las copas y la ración de queso, más agua y dos servicios de pan) 72 euros. Servicio amable e informado, pero en un espacio que no llega a bistrot. Gastrobar puro y duro.
En en espacio principal de la fábrica, colas de 20 minutos para sentarse».
Querido licenciado. Que te acompañara una persona que no puede comer cerdo, es, en efcto, un grave problema ya que la cultura del cerdo está totalmente mezclado a nuestras vidas gastronómicas.
La ración del suquet , a mi me parecío correcta y sobretodo me gustó mucho el plato (buena materia prima de rape fesco, buena cocción, excelente salsa). Bourguignon idem
Al final has pagado lo que hubieras pagado en el Paseo de Gracia, pero aquí con la calidad de la cocina y del producto, que allí seguro que no encontrarías.
Creo que tienen también carta en castellano, lo que es normal.
En fin, lo siento…
Pingback: Prensa: Philippe Regol visita Espai Kru | Rías de Galicia
Esta vez tengo que decirlo: Qué envida!! Uno de los mejores menús que he visto en tu blog. Delicioso.
Larga vida a Espai Kru,…..sueño aún con las ostras con ceviche peruano…los aguachiles….y el arrocito con nécoras que viene de abajo.Y más…..
Saludos a Ever y su equipo de cuina,a los hermanos Iglesias,a la sala.
A seguir haciéndolo de c…….!
Volveremos.
La ostra con ceviche está…..!!
Para elegirla como sinfonía gastro el día del Juicio Final (si es que existe)…jajajaja….brutal,ciertamente.
El aliño de todo lo que probamos lo definimos como NORMAL, quiero decir que algo mas excelente que comer y que los aliños esten en la equidistancia de todo lo que te ponen encima de la mesa es sorprendente. Mesas sin mantel y un poco desencuadradas para nuestro gusto. Mucho riesgo despues de la cena de esas caracteristicas…pedir un coktel….No cualquiera sirve. Que tengas el mismo servicio que el local de abajo un exitazo!!! Volvemos esta semana para seguir disfrutando de todo lo que nos quedó por probar.
Pingback: ESPAI KRU by Rías de Galicia. (Barcelona) | espai Kru
Espectaculares los platos!!! Hay que visitar ya!!
Te encantará, Toni!